Murió el Loco Gatti: el día que el "gordito" Diego Maradona le hizo cuatro goles
Un comentario del recordado arquero desató la furia del 10, que respondió en la cancha con una actuación memorable ante Boca quedando en la historia
El 9 de noviembre de 1980 quedó marcado como uno de los grandes días en la carrera de Diego Armando Maradona, cuando, vestido con los colores de Argentinos Juniors, le hizo cuatro goles a Hugo Orlando Gatti, en un partido inolvidable por el Torneo Nacional. Pero detrás de aquella actuación histórica, hubo una frase que lo motivó como pocas veces: el Loco lo había chicaneado por su físico.
La historia comenzó unos días antes del encuentro, cuando Gatti, arquero e ídolo de Boca, declaró en una entrevista con el diario El Litoral: "Sabés lo que me preocupa? Su físico… tengo la sensación de que en pocos años más no va a lograr contener su tendencia a ser un gordito". A Maradona no le cayó nada bien y, lejos de olvidarlo, prometió vengarse dentro de la cancha.
Según contó el entrenador Miguel Ángel López, quien lo había hecho debutar, esa misma mañana Diego se acercó y, con una tranquilidad inquietante, le dijo: “Le voy a hacer cuatro goles, Miguel”. Y cumplió: Argentinos Juniors venció 5-3 a Boca en la fecha 12, con cuatro tantos del Diez: dos de tiro libre, uno de penal y otro en jugada.
El partido se disputó en el estadio de Vélez, ya que el Bicho no podía hacer de local en La Paternal. Maradona, que por entonces ya era figura del fútbol argentino tras ser campeón juvenil en Japón 1979, todavía no había debutado en Europa. Pero esa tarde dio un show inolvidable que terminó con la ovación de los propios hinchas de Boca, que reconocieron su talento a pesar de la derrota.
Gatti, que días después se disculpó asegurando que sus palabras habían sido malinterpretadas, terminó siendo compañero de Maradona en Boca en 1981. Allí compartieron equipo, se entendieron a la perfección y salieron campeones del Metropolitano, el único título local del Diez en Argentina.
Aquella historia del “gordito” Maradona y el Loco Gatti quedó grabada como un ejemplo más del carácter competitivo y la magia del Diez. Cuando lo provocaban, respondía a su manera: con fútbol, goles y espectáculo.
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