Murió Gustavo Cisneros, DT de Fénix
El club de Primera B anunció por redes sociales el fallecimiento del entrenador.
Gustavo Cisneros, el reconocido entrenador del fútbol del ascenso de la Argentina, murió este viernes a los 56 años luego de una larguísima pelea contra un cáncer que primero afectó su próstata y luego se extendió a los huesos.
"Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro querido DT Gustavo Cisneros, un gran profesional que tuvimos la suerte de tener el Club, pero por sobre todo una excelente persona. Acompañamos en este difícil momento a su familia y seres queridos", publicó el club Fénix, donde Cisneros se desempeñaba como manager luego de tener que dejar su rol como DT por culpa del avance de la enfermedad.
El trágico diagnóstico de Gustavo Cisneros
Casado con Verónica y padre de cuatro hijos, Cisneros daba cuenta todo el tiempo de su lucha. Cuando el cáncer lo sorprendió mientras trabajaba en Perú, fue el club Arsenal, que estaba casualmente en ese país para disputar un partido, quien lo ayudó a regresar a la Argentina. El tratamiento pareció dar resultados y después de muchos meses de padecimientos informaba que lo peor había pasado y que estaba listo para volver al trabajo.
Sin embargo, a comienzos de 2024 publicó en sus redes que el cáncer había regresado y que debía volver a luchar contra la enfermedad. “Fui muy ingenuo en pensar que le había ganado. Ha vuelto furioso, agresivo, sin piedad, todos los ganglios linfáticos explotados, muy triste, no hay con qué parar el dolor”, expresó en aquel momento. Pese a ello, no dejó su puesto en Fénix. Incluso, hubo momentos en los que fue a dirigir habiendo salido instantes antes de una sesión de quimioterapia. Su amor por la profesión era más fuerte que la enfermedad.
Pero en noviembre de 2024, las cosas se pusieron feas y debió dar un paso al costado para enfocarse en la enfermedad, que no daba tregua. Finalmente, no pudo vencer. Con Cisneros se va uno de esos trabajadores del fútbol que se valoran de acuerdo con el respeto que sienten los demás. Y el mundo de la pelota sabía que Gustavo era un luchador y una persona de bien. Por eso, se lo despide con honores.
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