"Atrapados": la nueva miniserie argentina de Netflix que pone a la industria en lo más alto

Es que, lo cierto es que "Atrapados" cuenta esta historia, pero desde el punto de vista de una periodista, tal y como lo relata su sinopsis oficial: "Ema Garay, periodista de Bariloche en la Patagonia argentina, adquiere popularidad en los medios digitales por sacar a la luz a delincuentes que consiguieron evadir la justicia. Su vida da un giro inesperado al conocer a Leo Mercer, un respetado miembro de la comunidad que, tras la investigación de Ema, se convierte en el principal sospechoso de la desaparición de una joven de 16 años. Mientras trata de averiguar la verdad, Ema se ve obligada a enfrentarse a sus propios demonios".

Y, si hay algo que tiene de espectacular "Atrapados" es cómo desarrolla una investigación con el fin de saber a diferencia de, por ejemplo, "Adolescencia", quién es el culpable de una violencia sistemática en las subculturas online que funcionan entre adolescentes. El concepto, planteado por Coben en su libro original, es puramente policial, pero desde una perspectiva nacional incluyendo todas las trabas judiciales que pueden surgir en casos así. De hecho, su narración y dinamismo son tan efectivos para lo que es, incluso, una trama enredada que se apoya en pistas falsas y confusiones para la excelencia actoral de una protagonista como Soledad Villamil.

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Si bien no es la primera vez que Villamil hace algo brillante, en especial en este tipo de géneros policiales o de suspenso - recordemos que es una de las pocas ganadoras de un Oscar con "El secreto de sus Ojos" -, su protagonismo exclusivo en "Atrapados" es sensacional. A lo largo de los seis episodios de la serie se enfoca en desentrañar los misterios que van surgiendo en base a los más enredos que soluciones que tiene el caso. Y, en todo momento, se queda establecido su rol poderoso, empático y sofisticado, siendo una periodista sin miedo a nada, inspiracional y hasta un poco problemática pero solo con el fin de saber verdaderamente qué sucede.

A ella, claro, se suman Juan Minujín con una interpretación descomunal de Marcos, un investigador del caso, pero con tanta bondad que queda reducido a no entender bien qué pasa en su pueblo. Junto a Villamil y dos poderosas personalidades tan diferentes, pero coincidentes hacen de estos seis episodios un entramado tan atractivo como desolador y entretenido. Con, claro, Fernán Mirás como un comisario descuidado, polémico y, a su vez, intrigante.

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En definitiva, lo cierto es que tanto elenco como producción y narración hacen de "Atrapados" algo sensacional. Todo funciona con una fórmula quizás reconocida para Netflix, pero que encausa perfecto con esta trama: cada episodio tiene un cambio de eje que termina derivando en la posibilidad de más de un sospechoso haciendo así que la intriga se mantenga hasta el final. La prolijidad de la primera serie argentina que adapta un libro de Harlan Coben es evidente, hay una profesionalidad tanto para la adaptación como en lo que respecta a los actores y a los diseñadores de producción que hace de esta tira, algo fantástico.

Sin dudas, "Atrapados" vuelve a abrir las puertas a la industria argentina, demostrando que existen las producciones nacionales excepcionales que, además, suelen llegar al público con un mensaje que hace foco en ciertas problemáticas actuales. Efectivamente, se trata de un nuevo acierto de Netflix.

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