"Parthenope: los amores de Nápoles": una belleza ardiente que ya está en cines

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La nueva película de Paolo Sorrentino ya está en cines y cuenta con Gary Oldman entre sus protagonistas. Conocé por qué deberías ver esta historia romántica y embriagadora.

Noe Ríos
Por Noe Ríos

Qué intenso es Paolo Sorrentino a la hora de hacer cine, pero no en el mal sentido, sino en el mejor de ellos. ¿Por qué? Justamente porque en una sola historia sabe englobar eficacia, audacia, intensidad y una lujuria visual avasallante. Es capaz de, con una sola película, dejar a la vista su desmesurada forma de entender el arte cinematográfico. Y esto es algo que, simplemente, puedo definir después de ver "Parthenope: los amores de Nápoles", su nueva obra que ya se encuentra disponible en cines. Protagonizada por Gary Oldman y Celeste Dalla Porta, esta nueva historia es embriagadora por su forma de desenmascarar a los amores que marcan nuestras vidas y también por hacer un desarrollo de la cultura napolitana como solo Sorrentino sabe.

"Parthenope: los amores de Nápoles" es la reconstrucción que tanto se necesitaba del género romántico por su manera de ofrecer una historia épica sobre los amores, los sueños y las realidades de una vida llena de pasión e ironía. Esto es porque, a lo largo de la cinta, conocemos la historia de Parthenope, desde su nacimiento en 1950 hasta hoy. Ella es una joven desprovista de heroísmo, pero rebosante de una pasión inexorable no sólo por la libertad, sino también por Nápoles y los rostros del amor.

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A medida que avanza la película, Parthenope vive el perfecto verano de Capri combinado con el desenfado de la juventud que la termina emboscando en un círculo vicioso de un amor sin precedentes. A esto, claro, se le suma todo lo demás: los napolitanos, hombres y mujeres, observados y amados, desilusionados, pero también vitales. Haciendo así, del paso del tiempo, un vasto repertorio de emociones con una Nápoles tan cerca como lejos, una ciudad inefable que la hechiza, la encanta, pero también sabe cómo dañarla.

Y así, en un sinfín de emociones, con un trasfondo de belleza, melancolía y emoción profunda, "Parthenope" es una mezcla de trágicas ironías con la vida ordinaria o memorable. Es una narración sublime de Sorrentino sobre el paso del tiempo, incluyendo la pena de la madurez y las múltiples facetas de la vida y el amor en concordancia con el descubrir de la seducción libre, pero con el vértigo que eso conlleva. Esto, claro, de la mano de una Nápoles llena de caos y aventuras para una joven en su mejor época, dándole así el costado visualmente impresionante a la película.

parthenope
Foto: (BF)

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Lo cierto es que, en su perfecta narración, donde Sorrentino impone una línea del tiempo sobre la vida de Parthenope, con un recorrido signado por la sensualidad de la joven, también hay una carta de amor a su ciudad natal. Nápoles es la divina ciudad, la vieja perla de la costa que, en realidad, el resto de Italia desprecia. Una joya arquitectónica que funciona como perfecto escenario para una trama que juega con lo mitológico, algo que quizás ya se convirtió en sello en el cine de Paolo.

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Foto: (BF)

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Y así, definitivamente, es apropiado decir que "Parthenope: los amores de Nápoles" no solamente ha sido una poética y necesaria reivindicación al género romántico con una combinación perfecta entre Gary Oldman y Celeste Dalla Porta, sino también una sátira poética que idealiza la magnética figura de la protagonista con un Nápoles idílico de fondo. En definitiva, Paolo Sorrentino ha vuelto a crear una obra puramente bella e hipnotizante que hace foco en las aventuras más íntimas y emocionantes de una mujer sin miedo a nada.

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