Increíble situación: ahora son dos los rusos complicados por un test de alcoholemia

Sociedad

El escándalo se duplica: un segundo representante de la Embajada de Rusia se negó a realizar un test de alcoholemia, sumándose al incidente del famoso "Bora diplomático".

La Navidad en Buenos Aires no solo dejó balances de controles de alcoholemia en la Ciudad, sino también un creciente conflicto diplomático luego de que dos miembros de la Embajada de Rusia protagonizaran episodios polémicos al negarse a someterse a controles de tránsito.

A solo horas de la controversia inicial en Recoleta, se conoció un segundo caso similar, lo que incrementó las tensiones y la preocupación por el respeto a las normas locales por parte de quienes gozan de inmunidad diplomática.

Mientras las imágenes del primer caso aún ocupaban las pantallas de los canales de noticias, otro diplomático de la misma embajada fue detenido en un control similar. Este nuevo episodio, aunque menos mediático, replicó un patrón similar al del primer caso: negativa a colaborar, falta de entrega de documentación y un operativo que también demandó la presencia de fuerzas policiales.

Si bien las autoridades no brindaron detalles específicos sobre el segundo conductor ni el vehículo involucrado, se confirmó que ambos incidentes ocurrieron en un contexto de controles masivos por las celebraciones navideñas, en los cuales se realizaron más de 5.400 pruebas de alcoholemia en toda la Ciudad.

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El primer caso: el "Bora diplomático" que se negó a realizarse el test

El primer incidente ocurrió alrededor de las 10:45 de la mañana del 25 de diciembre, cuando un diplomático ruso, a bordo de un Volkswagen Bora blanco con dominio “D094CSB”, fue detenido en un control de tránsito en Recoleta. El conductor se negó tanto a realizar el test de alcoholemia como a entregar la documentación requerida.

Durante casi una hora, permaneció dentro del vehículo, grabando con su teléfono celular mientras los agentes intentaban convencerlo de colaborar.

El operativo, que contó con la intervención de agentes de la Policía Federal y la Policía de la Ciudad, concluyó con el acompañamiento del vehículo hasta la embajada rusa, donde se labró el acta correspondiente. Según la Constitución Nacional, los diplomáticos están obligados a respetar las leyes y reglamentos del país receptor, pese a gozar de ciertos privilegios e inmunidades.

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