Mar del Plata: mataron a un kiosquero en un intento de robo
La víctima era un comerciante de 50 años que ya había sufrido al menos cuatro asaltos en su local de Avenida Jacinto Peralta Ramos, en Mar del Plata.
Un kiosquero de 50 años fue asesinado este lunes por la tarde en su local de avenida Jacinto Peralta Ramos y e Irala, en la ciudad de Mar del Plata. El hombre ya había sido víctima de cuatro asaltos y se cree que fue ejecutado en un intento de robo.
Vecinos del local ubicado sobre la avenida Jacinto Peralta Ramos al 700, entre Irala y Ortiz de Zárate, informaron que escucharon un disparo a la hora de la siesta, y la víctima resultó ser Cristian Velázquez, de 50 años.
Personal del SAME confirmó la muerte de Velázquez, tras lo cual el caso quedó en manos de la fiscal María Constanza Mandagarán, que pidió pericias a cargo de la Policía Científica.
El kiosko está adherido a la red de pagos RIPSA y al de la tarjeta SUBE, lo que podría explicar qué buscaban los delincuentes: dinero en efectivo. Según los testigos, dos hombres habrían entrado al local y después se escuchó el disparo.
"Sentí que me podían haber matado": la premonición del kiosquero
Cristian Velázquez había sobrevivido a cuatro episodios de inseguridad trabajando en el mismo local. El anterior al de esta fecha fue el 16 de abril de 2024, cuando logró repelear a los delincuentes y eludir a la muerte.
"Sentí que me podían haber matado. Me salvaron los paquetes de chicle", contó en ese entonces Velázquez al sitio La Capital de Mar del Plata. El kioskero le tiró gas pimienta a los delincuentes mientras esquivaba sus disparos.
"Primero le tiro el gas al que me había disparado, después al otro. Entonces se van y ya con el efecto de gas pimienta me apuntan y disparan, pero el tiro les sale para arriba y no me pega", relató.
Aquella secuencia también ocurrió un lunes por la tarde en medio de una zona comercial de Mar del Plata, cerca del Estadio José María Minella.
En la misma cuadra del kiosko hay una panadería, una dietética, una carnicería, una veterinaria y un supermercado, y durante todo el día pasan autos y peatones haciendo sus digilencias.
Adentro del kiosko, el cartel de "Sonría, los estamos filmando" no logró desalentar los hechos de inseguridad, y en abril de 2024 Velázquez se lamentaba: "Nos vamos acostumbrando a que pasen los robos a cada rato".
"Sentí que me podían haber matado, porque es así todo momento, estamos solos, no hay seguridad. Acá siempre pasa algo, en esta cuadra siempre a alguien le están robando", expresó la víctima.
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