Médico testigo declaró que Diego Maradona "estuvo sedado 24 horas"

Sociedad

Fernando Villarejo responsabilizó directamente al neurocirujano y la psiquiatra por las polémicas decisiones que se tomaron durante la internación del Diez en la Clínica Olivos.

En el marco del juicio por la muerte de Diego Maradona, se conoció la declaración de Fernando Villarejo, jefe de la terapia intensiva de la Clínica Olivos, quien estuvo a cargo del exfutbolista en los días posteriores a su operación de cabeza. El médico responsabilizó directamente al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov por ciertas decisiones que se tomaron en el sanatorio.

A principios de noviembre de 2020, Maradona fue operado por presentar un hematoma subdural crónico en la parte izquierda de su cabeza. Tras la intervención quirúrgica, el exfutbolista "presentó un síndrome de abstinencia en el postoperatorio", según declaró el médico, y su conducta por momentos era “inmanejable”.

Villarejo mantuvo entonces una reunión con Luque y Cosachov, quienes se quejaron porque Maradona “era un paciente difícil de manejar desde el punto de vista conductual, por alguna abstinencia”.

Lo que nos pedían era sedar al paciente, Cosachov y Luque me lo estaban pidiendo. Fue difícil esa reunión porque yo me negué específicamente. Me parecía que no era el lugar e hice constarlo”, declaró Villarejo ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro.

maradona luque
Diego Maradona junto a Leopoldo Luque

Diego Maradona junto a Leopoldo Luque

El jefe de la terapia intensiva de Olivos explicó entonces que “uno de los motivos por los cuales uno necesita una sedación es para iniciar un proceso de abstinencia o desintoxicación. La forma es sedarlo profundamente e ir reduciendo la dosis por 48, 72, 96 hs para que después de ese tiempo uno le pueda administrar sedantes en pequeñas dosis”.

Pese a que les explicó a los dos imputados cuáles eran los riesgos, tomaron la decisión de dormirlo: “Se decidió sedarlo. Hubo que ponerle un catéter venoso que no fue fácil porque no se dejaba. Lo tuvimos sedado 24 horas”, expuso.

Luego "le fueron bajando la dosis hasta llegar a la externación" y fue entonces cuando Villarejo recomendó que Maradona sea atendido en un centro de rehabilitación.

En este contexto, el médico criticó explicó que Maradona "era un paciente muy especial y era difícil dominarlo. Se hacía lo que él quería" y que a veces estaba “excitado, malhumorado y agresivo”.

Pese a todo, declaró que Luque se negó a llevarlo a una rehabilitación y “como él era el médico de cabecera de Diego”, los profesionales de Olivos respetaron su decisión.

“No podía estar en una casa, así que qué cosa tuvo que haber tenido es una paradoja. Pero tuvo que haber sido una internación domiciliaria, casi como una internación institucional, con un médico cercano, acompañante terapéutico, un estricto control de que el paciente no haga algo que uno no recomienda, como comer y tomar cualquier cosa, automedicarse. Eso es muy difícil de controlar en un ambiente domiciliario”, indicó Villarejo.

Además, se mostró "arrepentido" de atender a Maradona porque "le dieron muchas concesiones" durante su estadía en la Clínica Olivos como por ejemplo "las visitas en medio de la cuarentena por el coronavirus con restricciones que no se cumplieron" por parte del sanatorio.

Además de Luque, Cosachov y Perroni, se encuentran imputados por el presunto homicidio simple con dolo eventual el psicólogo Carlos Díaz, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, el enfermero Ricardo Omar Almirón y la coordinadora de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini, al tiempo que la enfermera Dahiana Gisela Madrid irá a un juicio por jurados populares.

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