Pablo Grillo reconoció a su padre y lo llenó de esperanzas: "Hola, viejo"
Tras ser atacado por Gendarmería el pasado 12 de marzo, el fotoperiodista continúa dando muestras de mejoría. Todos los detalles.
Mientras aún se recupera del impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en su cabeza, Pablo Grillo -el fotoperiodista agredido por la Gendarmería el pasado 12 de marzo- comenzó a dar señales de mejoría, aunque permanece en la terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía.
Desde el centro de salud donde el joven se encuentra alojado, Hernán Nucera habló con Fabián Grillo en un móvil con "El Diario" (C5N): "Me saludó, me dijo 'hola viejo'", contó el hombre, visiblemente emocionado.
"Yo estaba hablando con él como si estuviera hablando con un nene y yo me imagino que él debe haber pensado 'este viejo pelotudo, hablame a mí'. Me saludó, me apretó las manos, le tapé las piernas", relató Fabián, movilizado por los avances de su hijo.
Y continuó: "Me dijo 'hola, viejo'. Pero bueno, después hablamos con el médico... ellos te dan un baño de realidad: está en terapia, todavía la situación sigue siendo grave, delicada, puede haber una reversión, pero por ahora, es asombroso el nivel de avance que tuvo".
"Sigue sin respirador, eso no quita que en algún momento pueda volver. Le bajan la sedación. Está despierto, habla, mira, tiene un ojo un poquito más cerrado que el otro, pero mira, identifica. Una amiga de él del barrio le cantó un tema de La Renga, está viendo a los amigos", reveló el padre de Pablo.
Y detalló: "Entran de a uno, entramos de a uno, la madre primero siempre y después el resto, y entraron un par de amigos. Cuando la amiga le cantó el tema de La Renga, le preguntó 'qué es lo que querés' y dijo 'hablar'".
Cabe señalar que Pablo Grillo fue agredido por un cabo de Gendarmería el pasado 12 de marzo, mientras se encontraba trabajando y cubriendo la marcha de hinchas de fútbol y jubilados. Al momento, no hay ninguna causa que investigue el feroz ataque que recibió el joven.
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