Preocupación en Avellaneda: el arroyo Sarandí se tiñó de rojo

Sociedad

Denuncian contaminación y acusan a empresas de verter residuos industriales en el curso de agua. Exigen respuestas urgentes para frenar el daño ambiental.

En el partido de Avellaneda, vecinos y organizaciones ambientalistas manifestaron su alarma al observar que el arroyo Sarandí amaneció teñido de un intenso color rojo. Este preocupante fenómeno, registrado en las últimas horas a la altura del barrio Villa Inflamable, generó una ola de indignación en redes sociales.

Según los testimonios de los habitantes de la zona, la alteración en el color del agua podría estar relacionada con el vertido de desechos industriales provenientes de empresas que operan en las inmediaciones. "Es un desastre el estado del agua", "Parece que las curtiembres siguen haciendo de las suyas", fueron algunos de los comentarios de los vecinos, quienes se mostraron preocupados.

El arroyo Sarandí, cuyo cauce está entubado en un 80% y desemboca en el Río de la Plata, fue históricamente un receptor de residuos industriales. La falta de controles efectivos permitió que se convierta en un foco de contaminación que afecta a la comunidad y al ecosistema local.

Embed - Todo rojo: El arroyo Sarandí de un color alarmante

De hecho, esta no es la primera vez que el agua del arroyo presenta una coloración extraña, lo que refuerza las sospechas de los vecinos sobre la presunta responsabilidad de empresas que vierten sustancias tóxicas en el curso de agua.

Organizaciones ambientalistas, como la Asociación Civil Vecinos de Villa Corina por un Futuro Mejor, vienen denunciando desde hace años la degradación ambiental del arroyo. Sin embargo, a pesar de las reiteradas quejas y reclamos, la situación sigue sin resolverse.

La preocupación radica no solo en el impacto ecológico, sino también en los riesgos para la salud de la población que convive con este foco de contaminación. Ante la gravedad del episodio, los vecinos exigen respuestas concretas de las autoridades municipales y provinciales.

Los residentes de la zona piden la implementación de controles estrictos sobre las industrias de la zona y la aplicación de sanciones a aquellas que incumplan las normativas ambientales. Además, solicitan un plan integral de saneamiento para evitar que el arroyo siga siendo utilizado como un desagüe de residuos tóxicos.

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