Quiénes eran Paloma y Josué, los chicos asesinados en Florencio Varela
Ella tenía 14 años y él, 16. Salieron a caminar por un predio a metros de las vías del tren, cerca de la estación Bosques, donde luego encontraron sus cuerpos.
Paloma Gallardo y Josué Salvatierra llevaban dos meses de novios, pero más tiempo siendo amigos. Quizás por eso sabían compartir el tiempo, ya sea en el gimnasio o en caminatas por la zona de Bosques, en el partido de Florencio Varela, donde ambos residían con sus respectivas familias.
En esa localidad bonaerense fue donde el domingo pasado hallaron sus cuerpos, debajo de un puente, cerca de la fábrica de baterías Champion, que está cerca de la plaza de la localidad de Bosques. Las familias llevaban dos días buscándolos, según explicó luego la madre de Paloma.
Un informe de autopsia preliminar consta que ambos cuerpos presentaban un traumatismo de cráneo, aunque no se hallaron otros golpes ni signos de violencia. Para los padres de Paloma, Alicia Pita y Omar Gallardo, los chicos fueron víctimas "de una delincuencia inmunda", como dijeron durante la emisión del programa religioso que conducen en YouTube.
Paloma, de 16 años, y Josué, de 14, asistían a la Escuela Secundaria N°63 de Bosques, en Florencio Varela, donde ella se preparaba para arrancar quinto año (era del 7 de mayo de 2008) y él, segundo (por ser nacido el 31 de diciembre de 2010).
La diferencia de edad no le impidió a los chicos volverse amigos, y ésa fue la palabra que usaron los padres de Paloma para describirlos cuando reclamaron justicia tras el descubrimiento de su asesinato.
El abogado de la familia de Josué, Carlos Diéguez, insistió esta semana en que "los chicos vieron algo y los quisieron callar", por lo que se despegó de las versiones policiales y hasta de las palabras de los padres de Paloma.
Los chicos fueron vistos con vida por última vez el jueves 30 de enero, cuando caminaban por el predio ubicado en calle Arturo Capdevilla y Colectora Ruta 36, a escasos metros de las vías del tren.
Hay un video que los muestra caminando por la zona ese mismo día, y un poco más de 48 horas después encontraron sus cuerpos debajo de un puente, cerca de la fábrica de baterías Champion, en las inmediaciones de la plaza de la localidad de Bosques.
Josué, un chico de una familia de clase trabajadora, simpático y compañero, se juntó con Paloma en algún momento de la tarde del jueves para entrenar en el gimnasio.
Se suponía que para las 20 ambos tenían que estar en sus casas, y cuando eso no ocurró los padres de ella llamaron al 145 (la línea para denunciar casos de trata de personas) mientras que los de él recurrieron al 911.
"La buscamos intensamente durante dos días y esperábamos otro final, hallarlos con vida y celebrar el regreso a casa. Ellos no se fueron de sus casas, no abandonaron a su familia como muchos quisieron hacer creer, que fue una aventura juvenil", expresó Alicia el domingo pasado en su programa.
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