Rafael Di Zeo deberá hacer trabajos comunitarios por una causa por tenencia de arma
El líder de la barra de Boca pudo evadir el juicio por el hecho ocurrido en la previa del partido entre Estudiantes por las semifinales de la Copa de la Liga de 2024.
Rafael Di Zeo deberá hacer trabajos comunitarios por una causa por tenencia de arma.
Rafael Di Zeo, consiguió una probation en la causa por tenencia compartida de arma de guerra que se le abrió en 2024 en la previa de la semifinal de la Copa de la Liga ante Estudiantes. De esta manera, logró eludir el juicio, pero no podrá volver por el momento a la Bombonera.
En la audiencia con el juez y el fiscal, el jefe de La Doce acordó una serie de pautas de conductas por dos años y medio que, si las cumple, dará por finalizado el proceso y no le quedará ningún antecedente judicial.
Di Zeo acordó con el juez y el fiscal que se dará por finalizado el proceso si cumple una serie de pautas en los próximos dos años y medio. Ellos son abonarle un resarcimiento a la provincia de Córdoba, un tratamiento psicológico enfocado a cambiar las conductas perniciosas en el marco de la violencia en el fútbol y trabajos comunitarios.
De cumplir con todas las condiciones acordadas, se dará por finalizado el proceso contra el líder de la barra de Boca y no le quedará ningún antecedente penal.
Por este hecho, Di Zeo reingresó a la lista de personas con derecho de admisión y por el momento no podrá ingresar a la Bombonera. Si bien consiguió la probation, la prohibición está vigente por el Ministerio de Seguridad de la Nación y la titular de la cartera, Patricia Bullrich, había asegurado el año pasado que la sanción era a la perpetuidad.
El proceso comenzó el 30 de abril de 2024, cuando La Doce iba en varios micros hasta Córdoba para ver el partido frente a Estudiantes y, en una requisa en la ruta, en uno de los ómnibus de la caravana se encontraron cuatro armas aptas para el disparo, todas con numeración limada y una con el logo de la Policía Federal Argentina, más 58 municiones. En ese micro viajaba Rafael Di Zeo, según lo declarado por los dos primeros oficiales que hicieron la requisa. Y aún cuando en el momento no logró ser demorado junto al resto de los ocupantes del ómnibus y regresó en una camioneta a Buenos Aires, la fiscal que tomó el caso, Patricia Baulies, lo imputó junto a otros 56 barras por tenencia compartida de arma de guerra, delito que contempla pena de hasta seis años de prisión.
Si bien Di Zeo al momento de su indagatoria negó haber estado en ese micro y ser autor de cualquier ilícito, la Justicia cordobesa siguió adelante con la imputación basándose en la declaración de los miembros de las fuerzas de seguridad y en contradicciones de cuatro barras que viajaban en ese micro. La fiscal parecía que estaba decidida a elevar todo a juicio pero, en una jugada de ajedrez, Di Zeo contrató como abogado en Córdoba al ex fiscal general de la provincia, Darío Vezzaro, quien fuera el jefe de todos los fiscales de la provincia hasta 2012, cuando pasó a la actividad privada. Y como Baulies había trabajado con él, debió apartarse de la causa por amistad manifiesta.
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