Tapiocas invadieron la Costa Atlántica: qué son y qué hacer si te pican
Los visitantes que disfrutan de las playas argentinas este verano se encontraron con una novedad inesperada: una notable proliferación de estos pequeños seres marinos.
En las costas del Atlántico, llenas de turistas que buscan relajarse, una presencia inusual ha captado la atención: las tapiocas. Este fenómeno, que ha marcado el verano 2025, se considera molesto, aunque no peligroso. Especialistas han dado consejos para tratar sus picaduras y prevenir mayores molestias.
Estos diminutos organismos acuáticos, aunque comunes, generan irritaciones cutáneas al entrar en contacto con las personas. Aunque las reacciones suelen ser leves, conocer más sobre ellas y cómo actuar resulta clave para disfrutar de la playa con tranquilidad. El incremento en la cantidad de tapiocas se relaciona con el aumento de las temperaturas y los vientos provenientes del norte, que facilitan su desplazamiento hacia la costa.
Características de las tapiocas
Las tapiocas, conocidas científicamente como Liriope tetraphylla, son una especie de medusa diminuta que habita en aguas cercanas a las costas. También se las llama "picapica" en Argentina y Uruguay. Según la Asociación Toxicológica Argentina, su tamaño es diminuto, con una campana que no supera el centímetro de diámetro, lo que las hace prácticamente imperceptibles.
Estas medusas provocan irritaciones cuando quedan atrapadas entre el traje de baño y la piel, especialmente después de que los bañistas ingresan al agua. Las áreas más sensibles del cuerpo son las más propensas a presentar picazón y molestias debido al contacto con sus tentáculos.
Cómo actuar frente a una picadura de tapiocas
Los expertos de la Asociación Toxicológica Argentina recomiendan aplicar vinagre sobre la zona afectada, ya que este elemento neutraliza el veneno que las tapiocas liberan a través de sus tentáculos. Otra opción es lavar el área con agua de mar, evitando el uso de agua dulce, ya que esta última podría activar los tentáculos adheridos a la piel, aumentando la liberación del veneno. Dependiendo de la intensidad de la irritación, se pueden usar analgésicos o antiinflamatorios para aliviar los síntomas.
Por último, se aconseja no aplicar agua potable sobre las picaduras y limpiar la piel utilizando métodos como toallas, arena o incluso cremas, para retirar los restos de los tentáculos de manera segura.
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